la verdad: me aburro con facilidad.
con MUCHA facilidad.
casi con la misma facilidad con la que algo me enciende y mantiene mi entusiasmo.
por eso siempre busco estímulos nuevos. inflamo mis sentidos constantemente con todo lo que encuentro en mi camino. buscando variantes, saciando curiosidades, abriendo puertas... cualquier cosa antes que aburrirme.
y otras veces, cuando ya estoy agotado, y el mundo es una fuerza sin control que me zamarrea para todos lados... en lo único que pienso es en que estar aburrido tiene sus pros también. es la fuerza que me obliga a ser creativo (en la medida en que mis limitadas capacidades me lo permiten, claro) y a veces hasta saboreo cuando cruzo el umbral del aburrimiento total y paso al nirvana del relax... ese momento en el que no tenés NADA en lo que ocupar tu cabeza... y, la verdad, no te importa nada.
esta contradicción hace tan difícil poder entenderme a mi mismo...
pero bueno, quién quiere entenderse, realmente?
el sábado me la pasé pensando en esta canción
y es curioso... debe ser una de las canciones que más veces escuché en mi vida. cientos, miles de veces quizás, desde que fue editada originalmente y el casette en el que la tenía no paraba de rebobinarse y ser tocado otra vez.
y ayer, en una radio, la pasaron
la fascinación, en este y otros sonados casos, sigue siendo la misma...
:)